Exposición de la obra de Thomas Struth en el Museo Guggenheim de Bilbao.
Hasta el 19 de enero podremos ver  la mayor restrospectiva  que se ha realizado hasta el momento del trabajo de uno de los fotógrafos más relevantes de la actualidad, Thomas Struth, en el Museo Guggenheim de Bilbao.

Tras un primer desliz con la pintura, Thomas Struth comenzó a vivir una nueva vida tras el visor de una cámara después de un primer contacto con Gerard Richter, profesor de la Academia de Bellas Artes de Düsseldorf, y posteriormente con los fotógrafos Hilla y Bern Becher, y  por suerte para todos los que amamos la fotografía, no se separó del visor jamás.

Obras gigantescas, una perfección técnica que asusta, y con un grado de contextualidad tal que anima al espectador a cuestionarse todo lo que ve, es lo que caracteriza el trabajo de este artista alemán. A Thomas no le interesa tanto el ser humano como sus huellas, que deja en su mirada, que se lleva irremediablemente cuando se va, su ausencia…Tan solo hay que echar un vistazo de unos segundos a su obra para darse cuenta de ello.

Su serie ‘ Lugares inconscientes‘ y que muestra paisaje urbanos vacíos sin presencia humana, fue la primera en la que trabajó. Claramente, todas y canda una de las fotografías de esa primera colección se realizó bajo una notable influencia de Bern y Hila Becher. Posteriormente, se dedicó a realizar retratos de familias en blanco y negro para adentrarse después en el color y la psicología del mismo. Pero fue en 1989 cuando realizó su trabajo más conocido, una serie de fotografías de gran formato realizadas en varios museos, pero retratando la reacción del público ante las obras de arte.Una de las fotografías de esta serie, una escena del Panteón, alcanzó el millón de dólares en subasta.

El Museo Guggenheim ha reunido fotografías de estas series junto a otros trabajos mas actuales del artista; ‘Nuevas imágenes del Paraíso y Este lugar’, fotografías de paisajes y de flores que el artista alemás creó para las habitaciones del Hospital Lindberg y ‘Naturaleza & Política y Animales‘. Una parada obligatoria para todo el que haya cogido el tren para viajar a través del mundo de la fotografía, y para los que todavía no hayan comprado el billete, porque las fotografías de Struth asombrarán a todo el que ponga el ojo en ellas.

 FotografíaThomas Struth Kyoko y Tomoharu Murakami (Kyoko and Tomoharu Murakami), Tokio, 1991. © Thomas Struth

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Mi interés por la fotografía no viene de la historia de esta expresión, sino a través de los álbumes de familia de mis padres. Cada vez que los abría quedaban muchas preguntas en el ambiente. Entre lo que ellos me habían contado y las imágenes que guardaban existía un vacío. Eso era lo que yo quería investigar (Thomas Struth)

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