1 de junio de 2020 – 4 de abril de 2021

MUSEO GUGGENHEIM DE BILBAO

El Museo Guggenheim de Bilbao acoge ‘en la vida real’, una retrospectiva del danés Olafur Eliasson.

 

El Museo Guggenheim de Bilbao en colaboración con la Tate Modern de Londres, reúne más de una treintena de proyectos que el artista ha creado en las últimas tres décadas. De esta forma, la exposición ‘Olafur Eliasson: En la vida real’ se presenta como una de las propuestas más ambiciosas de los últimos años del artista y su equipo.

El artista danés ha sido nombrado recientemente embajador de Buena Voluntad de la ONU para la acción climática y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Entre muchas de sus iniciativas se encuentra Little Sun, una lámpara que se activa por la energía solar que él ha diseñado y se concibe para comunidades que carecen de acceso a la luz eléctrica. 

Desde su taller de Berlín, Olafur Eliasson crea junto a su equipo; esculturas, pinturas, fotografías e instalaciones que requieren nuestra percepción, exploran las formas geométricas e introducen el medio natural a través de elementos como el agua, la luz o incluso el espacio museístico.

La colección reafirma la idea de un museo que invita a que los visitantes participen activamente en la obra. Así, en Tu sombra incierta (color), el trabajo se activa con las sombras de los visitantes, haciendo honor a las propias palabras del artista; ‘el arte no es el objeto sino lo que el objeto hace al mundo’.

¿Somos conscientes del mundo que nos rodea?

El artista danés nos invita a percibir el mundo a través de sus obras pero al mismo tiempo a tomar conciencia y participar activamente en él para conseguir una sociedad más sostenible.  Un ejemplo de ello, son las fotografías que el artista realizó de los glaciares islandeses con una diferencia de tiempo de veinte años, mostrando así el impacto del calentamiento global de nuestro planeta.

Una de sus obras más importantes, es una cascada de 11 metros de altura que vierte sus aguas en el estanque situado detrás del museo. Inspirada en las cascadas de Islandia, la obra deja expuesta el mecanismo que la acciona, poniendo de relieve no solo la construcción de la pieza sino el paisaje urbano de la capital vizcaína que la rodea. El proyecto ‘Cascada’  comenzó en Sidney en 1998 y ha recorrido varios países desde entonces.

En ‘Olafur Eliasson: En la vida real’ el visitante se convierte en el eje central de la obra

Además, el mundo puede ser el propio visitante, que gracias a unos espejos colocados de una determinada forma termina por percibir la realidad de otra manera. Ejemplo de ello es Tu visión espiral (2002),  una obra compuesta por espejos y acero, en la que los espectadores se introducen en una estructura donde los reflejos desmontan la mirada unívoca con la que contemplamos nuestro alrededor. En Tu atlas atmosférico de color, Eliasson se sirve de luces fluorescentes, filtros de colores y generadores de niebla para hacer caminar al público entre una bruma que se reduce a tres colores primarios; rojo, verde y azul .

La colección se complementa con una impresionante colección de cerca de 450 maquetas o prototipos que sirven al artista y su equipo como inicio de un largo proceso de estudio hasta la obtención de la obra final y que ponen de relieve la intensa colaboración entre su estudio y el arquitecto, matemático y amigo islandés Einar Thorsteinn.

¿Hasta qué punto la realidad no es relativa y depende de cómo nuestros sentidos la reciben e interpretan?. ¿De que modo percibimos nuestro entorno y nos desembolvemos en él?. Intentaremos responder a estas cuestiones durante la visita a la exposición  ‘Olafur Eliasson: En la vida real’ que podremos disfrutar en el Museo Guggenheim de Bilbao en su reapertura el próximo 1 de junio.

Creo que es una exposición que refleja el transcurso de la vida. Hay una obra que tiene gran importancia para mí, ya que comenzó hace veinte años y ha terminado este año. La obra recoge una serie de fotografías de glaciares que tomé en los años 1998 y 1999 en Islandia, desde una avioneta. Sobrevolé los glaciares y los fotografié (…) Veinte años después repetí aquellas tomas. Comprobé que el cambio climático los ha cambiado notablemente y ese cambio es precisamente lo que muestro con estas fotografías. En cierto modo este trabajo es muy importante para mí , porque muestra literalmente el tiempo que ha pasado, y cómo ha cambiado todo en veinte años. Porque ahora pensamos: Veinte años… En fín, geológicamente hablando no es nada. Pero estas fotografías demuestran que en realidad es mucho tiempo.

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