Montehermoso homenajea en Vitoria-Gasteiz a Eulalia Abaitua, la primera fotógrafa vasca

El Centro Cultural Montehermoso de Vitoria-Gasteiz acoge el tesoro en forma de imágenes que el Museo Vasco de Bilbao custodia: el archivo fotográfico de Eulalia Abaitua (Bilbao, 1853-1943)

El Centro Cultural Montehermoso acoge, desde hoy 8 de marzo y hasta el 24 de abril, la muestra ‘Estereoskopiak: 16 + 16’, un pequeño tesoro de imágenes de la considerada primera fotógrafa vasca, Eulalia Abaitua (Bilbao 1853-1943), custodiadas por el Museo Vasco de Bilbao.

Estereoskopiak 16+16 es la séptima exposición que el Museo dedica a esta autora. Rompiendo los formatos habituales, la muestra es el resultado de sumar dos contenidos: el pasado visual, que apreciaremos con gafas para ver en 3 dimensiones, y el presente oral, que escucharemos con audioguías, en femenino plural.

 El Centro Cultural Montehermoso de Vitoria-Gasteiz une el pasado visual de Eulaia Abaitua con  el presente oral de los audios grabados por escritoras vascas.

El primer sumando son 16 imágenes del pasado que Abaitua hizo en formato estereoscópico. Lo que aquí se muestra son copias en anaglifo, técnica de reproducción de imágenes en relieve, dentro
de pantallas retroiluminadas. Para su visión como imágenes tridimensionales son necesarias unas gafas que tienen los cristales de color diferente, uno azul y otro rojo. Estos anaglifos materializan el primer 16 del título, son el contenido visual de la muestra, las escenas de nuestro pasado en 3D debidas a Eulalia Abaitua.

El segundo sumando se refiere al contenido verbal de la exposición, trata de poner palabras a las imágenes. Estos mensajes proceden de algunas de nuestras escritoras actuales en lengua vasca: Katixa Agirre, Uxue Alberdi, Aurelia Arkotxa, Yolanda Arrieta, Leire Bilbao, Itxaro Borda, Tere
Irastortza, Karmele Jaio, Mariasun Landa, Miren Agur Meabe, Laura Mintegi, Lourdes Oñederra,
Eider Rodriguez, Danele Sarriugarte, Ana Urkiza y Arantxa Urretabizkaia. Ellas han tenido que
enfrentarse a las imágenes y, con las gafas puestas, contemplándolas, han creado sus relatos que, en la exposición, no serán para leer sino para escuchar a través de audioguías. Estas autoras concretan el segundo 16 del título expositivo, son las voces contemporáneas que ponen palabras al pasado.