HASTA EL 13 DE SEPTIEMBRE DE 2020

CENTRO CULTURAL MONTEHERMOSO. VITORIA-GASTEIZ

La pintora Irene Carmona presenta su remanso pictórico, ‘Urlo’, en el Centro Cultural de Montehermoso.

La Sala Jovellanos del Palacio Montehermoso de Vitoria-Gasteiz acogerá hasta el 13 de septiembre la colección ‘Urlo’ , una exposición de una  treintena de lienzos de la pintora granadina Irene Carmona.

Urlo en euskera significa remanso, y la misma palabra se pronuncia en italiano para referirse al acto de gritar. Un contraste que la artista artista ve reflejada en su obra que fluye entre la calma de unos lienzos y la tensión de otros. Por eso, Irene Carmona no tuvo ninguna duda de que ‘Urlo’ sería el nombre de su proyecto.

Irene Carmona muestra en ‘Urlo’ un diálogo entre la fotografía y la pintura.

Un trabajo mediante el cual la artista se expresa a través de la pintura, pero apoyándose en todo momento en la fotografía en movimiento, no solo como medio referencial, sino también como elemento con sentido en sí mismo. Así, el conjunto de diferentes analogías plásticas de las fotografía; colores, ciertos movimientos…han ido alimentando las pinturas de esta exposición, en las que en muchas emplea el oleo sobre la acuarela, ganando así carnosidad.

Irene Carmona ha encontrado en la fotografía un método de expresión propio, un apoyo a su fuente de conocimiento pictórico esencial: el natural.A través de la pincelada, interpreta y distorsiona aquellas intenciones que, a su ojo crítico, no han salido por el medio fotográfico, pero guardan su potencial.

La exposición, que se incluye dentro de los cuatro proyectos que el Centro Cultural Montehermoso ha seleccionado en colaboración con la Facultad de Bellas Artes de la UPV-EHU en su última convocatoria, incluye además alguna de las obras de pequeño formato que realizó durante la cuarentena.

 ‘Urlo’, el último trabajo de la que se considera así misma una observadora descarada del entorno, Irene Carmona, nos espera en el Centro Cultural de Montehermoso, para ser observada, esta vez por nosotros, y encontrar así el remanso que necesitamos en el diálogo solitario que la artista establece con el lienzo con cada una de sus pinceladas.