El Príncipe Constante, LLuís Homar en Vitoria-Gasteiz

LLuís Homar se subirá al escenario del Teatro Principal Antzokia de Vitoria-Gasteiz para protagonizar la obra de Calderón, El Principe Constante, en la versión creada y dirigida por Xabier Albertí.

 La Compañía Nacional de Teatro Clásico presentará en el Teatro Principal Antzokia de Vitoria-Gasteiz El Príncipe Constante, una puesta en escena caudalosa y fidedigna de la tragedia de Calderón, dirigida por Xabier Albertí y protagonizada por un espléndido LLuís Homar. Dos días, el 5 y 7 de junio, son los elegidos para que podamos disfrutar de los que muchos consideran la obra clave de Calderón.

Estamos ante una de las grandes obras maestras de Calderón de la Barca. Una obra que ha recogido grandes elogios de diversas tradiciones teatrales europeas como la alemana, la polaca o la rusa. Una obra que llevó a Goethe a decir en 1804, en una carta a Schiller, que si toda la poesía del mundo desapareciera, sería posible reconstruirla sobre la base de El príncipe constante.

Argumento de El Príncipe Constante

El argumento de El Príncipe constante toma como punto de partida varios acontecimientos históricos. En primer lugar, en 1945, Ceuta había sido arrebatada a los musulmanes por las tropas lusas. Por eso,  años después, en 1437, los infantes de Portugal Don Enrique y Don Fernando decidieron comandar un asalto a la ciudad marroquí de Tánger. Su objetivo no era otro que cristianizar el norte de África. Sin embargo,  la mala fortuna hizo que cayeran derrotados y terminaran encarcelados en la ciudad próxima de Fez. 

La obra calderoniana nos relata este episodio y las penurias que padeció el príncipe Fernando durante su cautiverio. Fernando hará gala de su piedad y su tesón, en sintonía con los altos valores de la nobleza cortesana de la época y el discurso neoestoico en la boga, todo ello a través de su constancia. De hecho, el rey marroquí decide intercambiar su vida a cambio de la devolución de Ceuta, pero el infante se niega en redondo por el agravio que ello conllevaría para todas las almas allí convertidas a la fe cristiana.

La sobriedad escénica y la música del cuarteto BauHaus enriquecen los versos de El Principe Constante en Vitoria-Gasteiz.

La libertad de cada persona, defendida hasta sus últimas consecuencias, lleva a Calderón a visitar zonas del comportamiento humano no visibles hasta ese momento, conjugando esa defensa con una fascinante exaltación de infinitos aspectos del amor humano y su proyección hacia lo trascendente.

Asimismo, el buen criterio artístico de Xabier Albertí derrocha riqueza e inteligencia. Y es que, el director parece haberse dado cuenta que la belleza de la obra radica en sus versos, exaltándola más si cabe con la sobriedad escénica. Unos versos que  se acompañan de forma puntual con la música en directo que toca el cuarteto BauHaus. Pero, las notas musicales de sus cuerdas solamente aparecen en algunas escenas o transiciones. Pues la música de esta obra está en su poesía.