27 y 28  de mayo de 2022 

TEATRO ARRIAGA DE BILBAO

Carlos Hipólito interpretará en Bilbao las memorias del fallecido Gerardo Vera con tal transparencia y cercanía que el público terminará rendido a sus pies.

Oceanía es un sincero y profundo homenaje póstumo de su familia teatral, encabezada por Carlos Hipólito, que con gran generosidad no ha dudado en meterse en la piel de Gerardo sin Gerardo, y José Luis Arellano, que recogió el testigo de su maestro y amigo para terminar lo que él había empezado y que el próximo 27 y 28 de mayo sube al escenario del Teatro Arriaga de Bilbao.

Oceanía es el testamento artístico y vital de Gerardo Vera. Es el último proyecto que parió antes de que el coronavirus se lo llevara prematuramente, y sin duda el más ilusionante de los miles de trabajos realizados a lo largo de su medio siglo de carrera en pantallas y escenarios.

No pudo imaginar Gerardo Vera a nadie mejor que Carlos Hipólito para reencarnarse en teatro. No porque se le parezca en ningún aspecto, sino por esa sensación de transparencia que el actor ha transmitido siempre en su trabajo y que en esta ocasión lo convierte en una especie de médium entre su personaje y los espectadores. Nos lleva de la mano hasta la infancia y la juventud de Vera como si un amigo nos estuviera contando su vida y por eso nos lo hace sentir muy cercano. Aunque lo mejor es cuando se detiene en los episodios más sensibles: con delicadeza y mucha verdad. Se emociona hasta las lágrimas, pero sin aspavientos. Estamos seguros, que el público que acuda al teatro terminará como nosotros, rendido a sus pies.

Gerardo Vera se reencarna en Carlos Hipólito en el Teatro Arriaga de Bilbao para contarnos a través del monólogo la realidad de su vida.

Oceanía es el recuerdo de una vida apasionante. Es el retrato de un país y de una época. Es la mirada otoñal de un hombre excepcional que un buen día sintió la necesidad de poner negro sobre blanco la historia de su vida. Cientos de páginas en las que plasmó sin pudor una realidad tamizada por el velo del recuerdo: su infancia privilegiada, la dolorosa ruina de su familia, el nacimiento de su eterno amor por el cine, el descubrimiento del amor, el desgarro del desamor, el compromiso político, el odio al padre, la reconciliación a través de la compasión. Y el germen del teatro, su verdadera pasión que le acompañó hasta sus últimos días.

Oceanía es el resultado de la destilación de esas páginas en forma de monólogo. Es un texto en el que Gerardo y Jose Luis Arellano trabajaron mano a mano durante meses, y cuyo resultado final, este que aquí presentamos, le llenaba de orgullo.

Oceanía es ya una realidad, Gerardo, y te la debemos a ti.

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